Una muestra del fotógrafo barcelonés Joan Colom (1921), puede verse estos días en el edificio del la antigua sede del Banco de España, en Soria, patrocinada por el Ministerio de Cultura.
Colom fue participante de la Revista AFAL, creada en el año 1952, y su valía como fotógrafo social tardaría mucho en ser reconocida oficialmente. Los premios llegaron todos juntos, en el espacio de cuatro años. En 2002 Premio Nacional de Fotografía, del Ministerio de Cultura. Un año después, 2003, Medalla de Oro al Mérito Cultural, del Ayuntamiento de Barcelona. La Generalitat de Catalunya le otorgaría el Premio Nacional de Artes Visuales, y la Cruz de San Jorge, en 2004 y 2006 respectivamente.
Las fotos, realizadas con una cámara Leica M2, se circunscriben a la Barcelona medieval, la que se fundó, en varias etapas, entre Montjuich y el Barrio de La Ribera, todo abierto al mar. En esa franja litoral se encuentran los tres espacios que Joan Colom fotografió más intensamente, aunque no fueron los únicos. En ellos se daba la vida más intensa de Barcelona, desde siglos atrás, que perduraría hasta hace unos cuarenta años, pese a que en el siglo XIX se llevó a cabo el Plan Cerdá, donde se instalaría la burguesía barcelonesa.
En un extremo de la franja se situaba el Barrio Chino, el menos antiguo de los tres, ya que se debió a una ampliación de la Barcelona medieval, trasladando el cerco de las primitivas murallas, dejando una zona, desde Las Ramblas hasta el Paralelo, donde se situó el Barrio Chino, con tradición de prostitución, ya que en la Edad Media si ubicaban por alrededor los burdeles.
No es de extrañar que en los años cincuenta y sesenta, Colom se sintiera atraído por este barrio, donde fueron a vivir como podían, buena parte de la migración interna del país. En las callejuelas estrechas, viviendo realquilados, se instalaron familias procedentes de todas partes, que acudían en busca de un mundo mejor. Y siguiendo la tradición del Barrio, la prostitución hizo de él su imperio. Las calles de las Tapias, San Olegario, San Pablo, Cadena y alrededores formaban lo que en la actualidad se denomina El Raval. Con la prostitución y las tiendas, o “clínicas”, de lavajes y gomas, convivían la Escuela Massana, el antiguo Hospital de San Pablo (hoy Biblioteca de Catalunya), el Mercado de la Boquería, y la Feria de Sant Ponç, en mayo. En la actualidad sigue siendo el barrio más conflictivo de Barcelona y donde se concentra la prostitución.
El otro espacio escogido por Joan Colom, fue el Barrio de La Ribera, donde se sitúa el mercado del Born, ya sin su primitiva actividad, aunque alrededor de él perviven grandes tiendas que sirven tanto al mayor como al detall. Se halla muy cerca de la Estación de Francia y de la Ciudadela, junto a la Iglesia de Santa María del Mar. En este Barrio se desarrolla la acción de la novela La Catedral del Mar, y el nombre de “Born”, parece ser de origen medieval y hace referencia a los torneos de la época. Desde la Ribera se pasa directamente al Barrio Gótico, a través de la calle Moncada. De los tres barrios fotografiados por Joan Colom, es el que mejor se conserva.
Por último, la muestra ofrece la visión de las barracas en el Somorrostro, zona que, junto con la de Montjuich, fueron las más representativas de esta forma de vida. La primera más barcelonesa que la segunda, y más antigua. En ella vivían gitanos de Barcelona, y allí nació la gran bailaora Carmen Amaya, quien ya en las postrimerías de su vida rodaría en su barrio natal parte de la película Los Tarantos. De esta zona no queda ni el nombre, sólo una lápida colocada sobre una fuente que no mana, recuerda que allí nació Carmen Amaya. Como puede verse en las fotos, el paseo Marítimo fue construyéndose a la vez que se ubicaba a las familias en otras zonas barcelonesas.
La muestra es emocionante para quienes hemos conocido, y visitamos con frecuencia, esos espacios todavía llenos de vida, de la Barcelona secular.