Parece
como si la Virgen del Remedio, a cuya imagen se le solicita lluvia en las
Letanías (Que en otros tiempos
pasados/tan tristes como hasta hoy/remediaste la sequía/que asolaba al labrador.),
hubiera detenido, el sábado 24 de mayo, precisamente la lluvia para que los
fieles pudieran celebrar su romería.
Y
allí estaban los noviercanos, llegados de sus lugares de residencia, para,
aprovechando la celebración, pasar un día en las praderas que rodean el
santuario. Un paraje precioso, al pie de la Sierra del Toranzo, regado por el
río Araviana, con la vegetación primaveral, rebollo y espino en abundancia,
verde, joven y brillante, adornando un entorno donde no falta la leyenda, como
la de los Siete Infantes de Lara.
Haremos
un inciso para sugerir a todos aquellos que visiten nuestra provincia, de la
necesidad de salir de los pueblos y buscar parajes de alrededor, ríos y sus
cañones y, especialmente, aquellos en los que haya ermita o santuario. Pues si
bien algunos pueblos se encuentran en verdadero estado de abandono (no es el
caso de Noviercas, cuyo caserío conserva suficientes y variados atractivos), al
salir de sus límites y buscar esos espacios se van a encontrar con sorpresas.
Es
lo que vamos a hallar a siete kilómetros de Noviercas, dirección Ólvega, alrededor
de la ermita de la Virgen del Remedio, una vez que se haya paseado por la villa
y visitado el torreón, el Museo de Bécquer, la casa de Casta, su esposa, el
gran lavadero y fuente, y todo lo demás que allí hay que ver.
Un
largo puente sobre el río Araviana, también llamado Torreambril, conduce hasta
el templo, perfectamente conservado, que alberga la imagen relativamente
moderna de la Virgen de los Remedios, sobre unas andas hechas por Santiago
Escribano en la segunda mitad de la década de los noventa, cuando fueron
mayordomos el periodista Juan Carlos Hervás y su mujer, Carmen Moñux, natural
de Noviercas.
Tuvo
santero la ermita, precisamente Pablo Raposo, quien después pasaría a cuidar la
de San Saturio, en Soria, alcanzando cierta notoriedad. Un añadido en el
lateral del templo sirve para reuniones de mayordomos y autoridades, como hemos
visto en otras ermitas de Soria, incluida la referida de San Saturio.
Hubo
procesión con insignias, subasta de banzos (alguno de los cuales subió a
trescientos euros) misa con actuación de un grupo de jóvenes, y canto de
letanías. Finalizados los actos religiosos, los mayordomos obsequiaron a los
asistentes con un refresco, como
llaman en Soria a este tipo de refrigerios, y venta de las roscas de la Virgen,
que antes, suponemos, hacían las mujeres en casa para después ser subastadas,
más tarde sería la panadería de Noviercas, y ahora ya, con la pérdida de tantos
comercios, que no cesa, se encarga la Panadería Omeñaca, de Ágreda.
Noviercas
cuenta con varias ermitas en su término: San Vicente, San Antonio, San Roque,
Virgen de la Soledad, Virgen de la Blanca y la del Remedio. Suponemos que la
Soledad será un humilladero y otras se corresponderán con alguno de los
despoblados cuyas tierras hoy pertenecen al municipio de Noviercas. El padre
Gonzalo Martínez, en su “Las Comunidades de Villa y Tierra de la Extremadura
Castellana”, contabiliza seis despoblados: Cabezuelos, Cerralbo (que podría ser
también Cerrillo), La Laguna, Lagunas labradas, Sequeruelo (ahora paraje de Torrecilla
alta), y Torre de Ambril.
No
extraña este número de antaño pueblos habitados, dado que, por un lado,
Noviercas tiene en la actualidad un término muy extenso y, por otro, ha sido
tierra de abundancia de ganado lanar que pastaba los veranos en tierras del
Ebro, especialmente en Navarra.
La
romería de la Virgen del Remedio, conocida popularmente como “La Letanía”, se
celebra ocho días antes del de la Ascensión, que a su vez se conmemora cuarenta
días después del Domingo de Resurrección.
No hay comentarios:
Publicar un comentario