Don Florentino García Llorente se parece a un hombre del Renacimiento. Su curiosidad por la naturaleza y por el ser humano, propia de aquella época, la refleja don Florentino en las actividades que ha llevado a cabo desde que, al menos y que sepamos, se hizo sacerdote. Como aquellos hombres de hace siglos, su actitud vitalista le hace buscar los placeres que le ofrece la vida, siempre relacionados con el arte y la naturaleza. El reflejo de la belleza, que entonces se nutría de la antigüedad, acercaba a Dios, y eso, como sacerdote, ha placido siempre a don Florentino.
Esto que escribo no es mera palabrería, ni es, tampoco, producto del conocimiento y la amistad que me une a este sacerdote, a este pintor, y a este escritor. Por donde él ha pasado, ha dejado huella, y no sólo ejerciendo las funciones que como hombre de Iglesia le estaban asignadas. Véase, si no, las iglesias restauradas gracias a su iniciativa y la rehabilitación, asimismo, de la Casa Prioral de San Martín o Casa de los Finojosa.
Florentino García Llorente pinta, se lleva muy bien con la actividad fotográfica, fue delegado diocesano de Patrimonio de 1993 a 2003, y escribe. De su actividad como pintor han sido numerosas las exposiciones, y si se le añade la de fotógrafo, hubo muestra reciente en el Centro Soriano de Zaragoza de ambos movimientos.
Como escritor, son tres los libros publicados. “Cuando la Fe se hace Cultura”; “Florentino García Llorente. Cuarenta años con el pueblo. 1959-2009”; y el último, presentado el pasado sábado, 9 de julio, “Bliecos”. Sobre la personalidad artística y humana de este hombre y sacerdote, se ha ocupado el catedrático de Sociología de la Universidad de A Coruña, Vicente González Radio, en “El ocaso trascendido”.
Bliecos es un pueblo soriano, relativamente cercano a la raya aragonesa, con alrededor de cuarenta habitantes censados, y que ha sufrido, como toda la provincia, los rigores de la despoblación, pese a hallarse apostado en la comarca natural del Campo de Gómara, de importante tradición cerealística.
Su historia es importante al estar relacionada con la del Monasterio cisterciense de Santa María de Huerta. Pero como eso no lo perciben los ojos, so pena que éstos se posen sobre documentos de archivo, diremos que lo más apreciado por los bliecanos es, además de la Casa Prioral, la ermita dedicada a la Virgen de la Cabeza, y de la que no sería descabellado decir que el culto pudo ser llevado a Bliecos por pastores trashumantes, desde la localidad jiennense de Andújar, donde se la venera. El edificio, muy próximo al cual mana fuente de abundantes aguas, es sencillo, pero el entorno, de robles, por donde discurre el río Nágima, se puede decir, sin temor a equivocarnos, que será de los mejores de toda la provincia de Soria.
El sábado, día 9 de julio, como decíamos, se presentó, en el Salón Municipal, el libro “Bliecos”, del que es autor don Florentino García Llorente. La mesa estuvo presidida por el alcalde de Bliecos; por don Carmelo, abad de la Concatedral de San Pedro; don Miguel Bordejé; el presidente de la Diputación, don Antonio Pardo; el autor; y don Manuel Peña. El salón estaba a rebosar de personas relacionadas con el autor, que llegaron de pueblos limítrofes.
En la actualización de otoño de nuestro web, publicaremos el comentario sobre este libro. Ahora sólo queríamos dejar constancia del acto de presentación, que se cerró con un vino español.
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