Ana, la propietaria, es cántabra, y un buen día, como nos ha sucedido a muchos, se enamoró de Soria, concretamente de un pequeño rincón que un día fue más grande, tuvo más vecinos, más medios de vida, y un mal día, estuvo a punto de desaparecer bajo las aguas de un embalse. Ni lo uno ni lo otro. Recuerda se mantiene como la mayoría de los pueblos sorianos, viviendo de la agricultura y luchando por mantener la población.
El río Duero se interpone entre la extensa y alargada silueta del castillo de Gormaz y el pueblo de Recuerda. Una hermosa iglesia dedicada a San Bernabé, preside el caserío. La ermita, lagares y bodeguillas, adornan un espacio que muestra restos de tiempos mejores.
Y casi al final de una calle, en un edificio de planta baja, con la fachada color de la tierra, se lee “Taina de Gormaz”. Al traspasar la puerta, bajo el dintel de viga recia, está Ana, una mujer simpática, amable y buena conocedora del entorno en todas sus facetas.
Si hace buen tiempo, lo mejor será comer en el jardín posterior. Se trata de un espacio semi descuidado a propósito, con piedras de todas clases sobre toneles y alféizares, parterres sujetos por bocas de tinajas, gatos saludando y tres gallinas que picotean alrededor de los comensales.
Es mejor dejarse aconsejar, en todo caso no hay carta, hay que elegir entre lo que Ana haya cocinado ese día. A Mari Carmen le gustan las judías estofadas con faisán. Escabechados tiene siempre: carnes y truchas de doña Concha, la vecina piscifactoría de Vildé. A veces hay vino de la tierra, con sabor mineral y un cierto grado de acidez. Las verduras y hortalizas son de la zona siempre que eso sea posible. El pan de Osma, del que lleva el panadero con su furgoneta. Dentro de la rusticidad, cuida el detalle, las copas, la cubertería.
En fin, una persona y un lugar que a nadie deja indiferente.
RECUERDA, soria-goig.com
Es mejor dejarse aconsejar, en todo caso no hay carta, hay que elegir entre lo que Ana haya cocinado ese día. A Mari Carmen le gustan las judías estofadas con faisán. Escabechados tiene siempre: carnes y truchas de doña Concha, la vecina piscifactoría de Vildé. A veces hay vino de la tierra, con sabor mineral y un cierto grado de acidez. Las verduras y hortalizas son de la zona siempre que eso sea posible. El pan de Osma, del que lleva el panadero con su furgoneta. Dentro de la rusticidad, cuida el detalle, las copas, la cubertería.
En fin, una persona y un lugar que a nadie deja indiferente.
RECUERDA, soria-goig.com
1 comentario:
Recuerda aún tiene un atisbo de futuro gracias a que le cruza una carretera importante dentro de la provincia.
No puede perder su encanto, su iglesia, sus fiestas (que no me pierdo año tras año), su urbanismo, su frontón, sus bares...
Recuerda tiene aún mucho futuro por delante.
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